Ya os habréis dado cuenta de que me encanta leer. Es un vicio
al que dedico todos los días antes de ir a dormir un rato, aun cuando estoy muy
cansada. Mi época favorita para leer es el verano, que es cuando mas tiempo
libre suelo tener. Me encanta tumbarme en la playa a tomar el sol mientras leo
y mis amigas echan la siesta mientras se torran.
Y muy unido a este
placer esta ir a la biblioteca, sí, sí, a la biblioteca. Empiezo a sentirme un
bicho raro, algo así como una especie en extinción.
Y es que en este
siglo tan tecnológico que nos ha tocado vivir muchas veces me siento fuera de
lugar y hay ciertas costumbres bonitas que estamos perdiendo: como ir a la
biblioteca o mandar christmas por correo ordinario.
Pues a mi me encanta
ir a la biblioteca y pasarme un buen rato en ese paraíso de letras, curioseando
aquí y allí intentado encontrar la historia más adecuada para ese momento. Y es
que las posibilidades que las bibliotecas publicas nos ofrecen hoy día son
muchas: consultar el catalogo de manera online si no tenemos mucho tiempo para
bucear por sus estanterías, reservas libros que estén prestados en ese momento,
descubrir nuevos autores e incluso tomar prestado DVDs.
Me apasiona ir a la
biblioteca, parezco una niña el día antes de navidad ansiosa por ver sus
regalos. Y es que es muy emocionante ir con la mente en blanco y curiosear por
las baldas en busca de una historia que nos cautive. El motivo por el que
decantarse por un libro pueden ser muchos: una recomendación, por que nos guste
el autor, por la trama, por la cubierta del libro o simplemente por que esa
historia encaje con el momento que estemos viviendo, ya sea alegría, tristeza o
melancolía.
Por todo eso y mucho
más me gusta ir a la biblioteca, ya que me proporciona de manera gratuita
momentos de placer absoluto con esos pequeños tesoros que guarda. Y es la
manera más económica que se me ocurre de pasar una buena tarde, ya que mi vicio
por la lectura es tal que no puedo comprar todos los libros que me gustaría
leer.
Yo estoy a favor de
ir a la biblioteca y del libro en papel, me gusta sentir el peso de la novela
que voy a leer en mis manos o en el bolso, tocar las hojas y olerlas. Y todo
eso con el tan famoso e-book no lo puedo tener, aunque también tenga sus
ventajas.
Os animo a tod@s a haceros soci@s
de vuestra biblioteca y a que disfrutéis tanto como yo. Eso sí, espero que
vuestra bibliotecaria sea mas simpática que la mía. Se llama Marian y tiene
unos 50 y pico años, seria y seca yo siempre me la imagino viviendo con un
gato... ¡Tal vez algún día me dedique una sonrisa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario