Soy una romántica empedernida.
Siempre lo he sido, por ello me gustan las cosas que tienen algo
especial, bien por que me parezcan bonitas, por que me produzcan
nostalgia o simplemente por capricho.
Por eso me gusta escuchar los vinilos en el viejo tocadiscos de mi padre. Sé que much@s pensaréis que es una tontería, con la cantidad de maneras rápidas y sencillas que tenemos hoy en día de escuchar música.
Pero que le voy hacer, me gusta poner el vinilo, mover el brazo hasta el punto correcto y escuchar el chisporroteo que la aguja hace sobre el vinilo hasta que encuentra la pista de audio. Ver el vinilo girar, con ese sonido que me transporta a otra época. Una que he visto en las películas o que he oído en casa, esa que como bien dice el refrán: me hace pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Mover el cuerpo mientras escucho The Stevie Wonder Collection, esa maravillosa colección que lanzó la Motown y que me fascina. ¡Viva el vinilo!
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